miércoles, 30 de abril de 2014

Poemas del libro La muda encarnación traducidos al portugués



I

un caballo
en la pampa
de papel

nervioso inquieto
movimiento
del sonido
sin parar en la noche

en el desierto pozo oscuro
el eterno


II

en el inmenso sitio pampa
un caballo

de luz un espejismo
fluyendo
sin parar

llama de coces voces

ese torrente
ese sonoro
llamado
caballo


III

un modo de montar
cuando fundo la palabra
confundo caballo con
jinete: una sola cosa

cuando la cosa sólo
es una: el modo
la manera de montar
un oscuro caballo

cuando sola y mortal
confundo
la montura y fundo
el eterno
caballo del fluir

cuando una sola cosa


IV


pobre mortal montura
que al eterno caballo
del fluir enamora

y se adormila con la luz
arena diamantina
de su ingenua oscuridad
….




I
um cavalo
pelo pampa
de papel

nervoso inquieto
movimento
desse som
sem parar pela noite

no deserto poço escuro
o eterno

II
no inmenso sitio pampa
un cavalo

de luz uma miragem
fluindo
sem parar

chama de coices vozes

esse torrencial
esse sonoroso
chamado
cavalo

III
un modo de montar
quando fundo a palavra
confundo cabalo com
ginete: una coisa só

quando a coisa só
é uma: o modo
a maneira de montar
um cavalo escuro

quando só e mortal
confundo
a montaria e fundo
o eterno
cavalo do fluir

quando uma só coisa

IV
pobre mortal montaria
que ao eterno cavalo
do fluir enamora

e adormece com a luz
areia diamantina
de sua ingênua escureza


(Fuente: Antología bilingüe Puentes/Pontes. Fondo de Cultura Económica, 2003)

domingo, 27 de abril de 2014

Érika Martínez Cabrera: El yo clandestino en La Muda Encarnación, de M.del C. Colombo

La muda encarnación (1993) comienza con una cita de Nietzche de la que Colombo se apropia invirtiendo su dirección ideológica: “La mujer sigue siendo gata o pájaro. O, en el mejor caso, vaca”. A la animalización, que impregnaba de visceralidad a los personajes arrabaleros del Blues del amasijo (1985), se le viene a sumar ahora una personificación de las bestias simbólicas de la Patria Grande: la vaca y el caballo (312). La oralidad coloquial viene a mezclarse fluidamente con un culturalismo paisajístico que lee el campo argentino a través de los ojos pictóricos de El Bosco o Bruegel, y se aleja así del populismo. Del arrabal a la pampa, Colombo trabaja incansable sobre un imaginario folclórico herido de muerte. Una “pobre mortal montura” enamora al “eterno caballo” del poema IV; los poemas VI y VII cuentan la “Caída” y la “Muerte de la vaca ancestral”. Las voces de Colombo funcionan como un mecanismo corruptor de símbolos nacionales: Una orquesta de almas/ desafinadas voces/ en mi oído absoluto” (pp. 41-42). El poemario narra la agonía de lo infinito, de la eternidad de la pampa, retratada en todo lo que hay en ella de contingente: aperos, animales, detalles del paisaje. Como contraposición a la pampa aparece el gallinero, signo de una culpa, de una podredumbre de los cuerpos en la que aún resuenan los ecos de la dictadura. Dios está enfermo, como el día que nació César Vallejo, y se multiplican las zanjas, los huecos, las fisuras, los agujeros (313). El no-ser atraviesa todo el libro: la vaca y la gallina existen en negativo, condenadas a una “condición de alverre” (sic), son “las que no” frente al perpetuo “soy el que” del gallo, de lo masculino (314).
De forma más explícita que en el Blues del amasijo, la multitud de personajes, registros y voces que atraviesan La muda encarnación son máscara de un vacío, de una pérdida del cuerpo y de la palabra, como apunta ya el libro desde su título (315). El disfraz que persiste en la poesía de la década anterior revela ahora con más claridad su naturaleza: se convierte en sudario. Como indica una cita bíblica (316), “el vacío de su yo”, “las entrañas huecas” (pág. 50) de la madre proceden de la inexistencia (¿desaparición?) del hijo (pág. 51), (317):

oh figlia del tuo figlio

ese sudario
envuelve
el vacío de todos tus huevos.

En el último poema, titulado como el texto vallejiano “Espergesia”, se abre paso sin embargo la esperanza: ante un dios ausente, la salvación llega a través de la representación. En escena, bajo los reflectores, el vacío se vuelve eficaz. No hay más certidumbre que esa.

quiero el agua
del paraíso, dice, alba
blanca, pura luz mirando el
reflector dice llena
luna sin culpas
el balde de mi alma
hasta el colmo
como quien toma del gollete
celestial actriz finge
la gota terrenal cuando
enjuga con la punta
del manto una sed de rocío: ella
cree en la eficacia
del vacío y representa
la escena pensada por dios
para salvarnos (318)
Del final de La muda encarnación nace el siguiente libro de Colombo, La familia china (1999), donde los personajes pasan de alternar sus registros y voces poéticas a cobrar la personalidad y presencia de caracteres teatrales (319). Estructurado en una serie de estampas en prosa poética, este último libro dinamita en su baile intergenérico al yo confesional de la lírica.
En El hacedor (1960) de Borges, Shakespeare se dirige a Dios para decirle: “Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo (pág. 1989,182). Para Colombo, el único ser en vano es el ser único. De ahí que refuerce la multiplicidad del yo en el poema, que lo disfrace siempre de nuevo.
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(312) El diálogo con Oliverio Girando es en este punto claro. Casi podríamos leer el siguiente extracto de Espantapájaros (1932) como un intertexto cómico de la cita de Nietzche: “¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?” (1986, pp. 66,67). Lejos del humorismo de Girondo, la personificación de Colombo tiene una vocación dramática que nos hace pensar en otro gran maestro de la locución animal, Horacio Quiroga, que con frecuencia dotaba a sus bestias de un halo trágico muy lejano al tono de la fábula tradicional.
(313)Vallejo escribió en “Espergesia”, el famoso poema de Los heraldos negros (1918) con el que dialoga Colombo: “Hay un vacío/ en mi aire metafísico/ que nadie ha de palpar” (1985, 49). El origen incierto del vocablo “espergesia” (relacionable quizás con el latín expergiscor, “volver en sí, despertar”), apunta más bien a un neologismo del infinito idiolecto vallejiano.
(314) Resuena en estas fórmulas un episodio de La Biblia: al arder la zarza frente a Moisés, se escuchó una voz que decía “yo soy el que soy” (Éxodo 3:1-417. Estas palabras fueron sagazmente alteradas por Cervantes quien, frente a un labrador, hace proferir a su maltrecho Quijote un “yo sé quién soy” (parte I; Cap. V). Shakespeare parece glosarlas igualmente en Hamlet, cuyo protagonista afirma: “I am myself” (“yo soy yo mismo”), acto 3, escena I, y en Otelo, donde Yago afirmaba: “I am not what I am”(“yo no soy lo que soy”), acto 1, escena I.
(315) Para el cristianismo, la encarnación es el misterio y el dogma de la palabra hecha carne. Visto A la luz de esta definición, el título de Colombo se torna en contrasentido. Algo que deja de ocurrir si atendemos a los efectos del trauma de la dictadura en la producción cultural argentina de los años 80. Las consecuencias poéticas de la imposibilidad de ver y su derivación en una imposibilidad de hablar han sido estudiadas en varios artículos por Jorge Monteleone (ver bibliografía).
(316) Las referencias bíblicas atraviesan todo el libro –de nuevo desde el título— con una presencia que alterna lo amenazante y lo cómico: “tú (eres) la que no/ ahora y en la hora” o “polvo eres” (pág. 53); "pecadores y justos/ en un libro de calles/ dispersas” (pág. 35); “ora pro nobis” (pág.37); “creo en/ la Ponedora/ purísima del casto/ huevo celestial” (pág. 47). De hecho en la segunda parte del poemario pueden seguirse las huellas argumentales del “misterio de la encarnación”: la presencia de la virgen (pág. 33), la anunciación (pág. 37), el propio misterio: “un hechizo/ no puede despertar// a las hondas de montaña/ ave luz ave dios/ por qué serás tan/ alto en el vientre…” (pág.32).
(317) Muchos años después pero en clara sintonía con Colombo, Diana Bellessi escribirá: “Nacen esas madres/ de esos hijos y después/ se quieren ir” (2005). Las madres reiben de sus hijos la “Herencia” (así se titula el poema) de la rebelión. Este nacer de los hijos se lo debe todo, sin duda, a las Madres de Plaza de Mayo, que hicieron un eslogan de esta nueva forma de materinidad.
(318) Colombo, 1993, pág. 59.
(319) Como prueba del carácter anfibio del poemario, hay que decir que varios de sus fragmentos fueron adaptados al teatro y representados en los años 1999-2000 en los Festivales de Teatro del Centro Cultural Ricardo Rojas de Buenos Aires.
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* Fragmento extractado de Carnaval negro: Veinte poetas argentinas de los años 80, (págs. 493 a 496), texto correspondiente a la tesis doctoral de la docente e investigadora española Erika Martínez Cabrera (dirigida por el doctor Álvaro Salvador Jofré), de la Universidad de Granada, Facultad de Filosofía y Letras del Depto de Literatura Española.

** Erika Martínez Cabrera es docente e investigadora de la Universidad de Granada. Entre sus diversos trabajos se encuentran: “La narrativa breve de Silvina Ocampo”, “Dos ventanas, una luz: la prosa de Sor Juana y Santa Teresa de Jesús; “El ser invisible. Poesía argentina de los años 80, escrita por mujeres”.

 **María del Carmen Colombo (1950, Buenos Aires). Ha publicado: La edad necesaria (1979); Blues del amasijo (1985); Blues del amasijo y otros poemas (1992, reedit. 1998); La muda encarnación (1993, reedit. 2006) y La familia china (1999, reedit. 2006); además publicó Santo y Seña (publicación conjunta, 1984) y Folletín (Plaquetas del Herrero, 1998). Editó además Los sueños del agua, poemas para niños. Ha recibido, en otros, el Primer Gran Premio de Poesía V Centenario (1992) y Mención Especial del Premio Nacional de Poesía, Producción 1996-1999 (2005). Integra antologías de poetas argentinos editadas en el país y en el extranjero -Puentes/Pontes (Fondo de Cultura Económica, 2003), y 200 años de Poesía Argentina, Ed. Alfaguara). Colabora en diarios y revistas. Desde 1980 coordina talleres literarios. Integra el Consejo Editorial de Hilos Editora.

lunes, 21 de abril de 2014

Selección de poemas de Blues del amasijo

Si te interesa, podés leer una selección de los poemas de los libros Blues del amasijo y Blues del amasijo y otros poemas en los siguientes sitios:

paginadepoesia.com.ar/escritos_pdf/blues_del_amasijo.pdf

 https://www.yumpu.com/.../blues-del-amasijo-y-otros-poemas-seleccion-...

sábado, 19 de abril de 2014

Una canción para Paul Celan: Traducción al catalán y comentario del poeta Pere Bessó



CANCIÓN

A Paul Celan

agónico pelo de ceniza
brillante del anzuelo
pende un pez
tu lenguaje
a la sombra del sena
de otras aguas suspende
toda respiración hace un silencio

fino el hilo del cuerpo
un pez un pelo
cuelga sus escamas tu lenguaje
en el anzuelo del aire
ese silencio toda respiración

(María del Carmen Colombo, del libro Blues del amasijo.)

CANÇÓ

A Paul Celan

agònic pèl de cendra
brillant de l’ham
pendola un peix
el teu llenguatge
a l’ombra del sena
d’altres aigües suspén
tota respiració fa un silenci

fi el fil del cos
un peix un pèl
penja les seues escates el teu llenguatge
a l’ham de l’aire
aqueix silenci tota respiració



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Es ésta una canción, un tanto peculiar. Y no es porque no posea alguna de las características de la canción dentro de la tradición más lírica: recursividad de aliteraciones, repeticiones líricas, estructuras -incluso fónicas- que se hacen/rehacen/deshacen en una fusión más allá de los límites del lenguaje, a la manera de Celan -o Musil- sin duda, aunque también se halla la referencia al exilio agónico de París, el tratamiento de la Seine, y el juego de paralelismos léxico-sintácticos junto a los ritornellos de rigor... Todo un trabajo de orfebrería manifiesta en la depuración del lenguaje de los símbolos, y es que quedamos atrapados en el poema radiante como el pez en el anzuelo que acaba siendo el hilo del que pende nuestro cuerpo, o el símil prístino del cabello, en este caso reducido al pelo finísimo del cual pendemos, colgamos, suspendemos... en una estructura que se va cerrando hasta la enésima lectura.
Un poema que da en su brevedad capacidad de análisis concienzudo y labrado, lleno de complicidad y aparente vaciamiento -sólo, ojo, aparente- de la anécdota. Uno más de los rasgos de homenaje a la aniquilación de la identidad a la manera de Celan...
Sin duda, un referente inexcusable de la poesía en plena productividad más interesante del panorama actual argentino. Y no sólo de mujeres.

Pere Bessó

Versiones del "Bluesul amestecului" de Alina Savin



 - Versiunea românească : ALINA SAVIN

GARDEL ŞI EU

Niciodată
Nu a ţipat din cauza pistruilor
Nu aveam
Nici un păcat
Erai atît de drăguţ
Nu aveai
Imaginaţie
A spus în faţa camerei de filmat
Te iubesc marylin
Se întîmpla
Ca în vremea aceea
Numele meu să fie Maria
Maria pur şi simplu

TO SEE I

La vîrful compasului acestui blues
Femeia se dezbracă
Îi iese din voce o veche
Hermină înnorată
Dezosată
Soarele vreunui pantof
Străluceşte
Ca pieptul unei lave
Noaptea se va întoarce cu un pubis violaceu
În faţa sfîrcului opac al oglinzii

TO SEE II

Dinspre oglindă
Către corpul ei
Ochii cad ca nişte fructe
Adormite
În leagănul lor de sînge nu vor mai vedea
Unde e aruncată piatra
În ce timp le este pătrunsă imaginea
Sau cine
(vă rog, cine)
o strigă din fîntînă


SALLY LUNGANCA

o felină de cenuşă în leagăn
pielea de pe buzele răsfrînte
(îi oftează
fesele
sub machiaj)
sînii dulci-acrişori
durerea dezordonată
mii de cioburi
în faţa oglinzii
roşcata va dansa roc ăn rol
în vreo rochie de hîrtie glacé
şi şuviţele sexului păros
această femeie pe punctul de a-şi lua zborul

María del Carmen Colombo
- din volumul „Bluesul amestecului“ -

viernes, 18 de abril de 2014

Tres poemas tres



GARDEL Y YO


nunca
gritó pecosa porque
yo no tenía
ni una
peca

gentil con esas
faltas
de imaginación dijo
en cámara
“I love you marilín”

pasaba
que por aquellos tiempos
mi nombre era maría
maría solamente


Gardel and I


never
did he  shout  freckle-faced because
I didn’t have
not even
one
freckle

kind
and with that
lack of imagination
he said to the camera
“I love you marylin”

but
in those days
my name was maría
just maría

 ----

 TO SEE II


del espejo
              a su cuerpo
los ojos caen como frutos
                                      dormidos
en su cuna de sangre no verán
dónde arroja la piedra
    en qué tiempo penetra su imagen
         o quién
                     (por favor quién)
la llama desde un pozo

 

To See II

 
from the mirror
                to her body
the eyes fall like sleeping
                           fruit
in her cradle of blood they will not see
where she throws the stone
          or when it  will penetrate her image
or who
             (please –who)
calls her from the depth of a hole

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Sally La Lunga


felino de ceniza en la cimbreante
piel de labios revueltos
                       (gimen sus
                        nalgas
                       en el maquillaje)
agridulce los senos
desordena la pena
                              mil pedazos
frente al espejo
                               liz
la pelirroja bailará roc an rol
algún vestido de papel glacé
y sus pestañas de velludo sexo
esa mujer a punto de volar

 Long Tall Sally


ash feline
in the swaying skin
of disheveled lips
                    her buttocks
                    moan
                    in the makeup
bittersweet  breasts
she messes up her sorrow
                  a thousand pieces
in front  of the mirror
                             liz
the redhead will rock and roll
some dress of glazed paper
and her eyelashes of hairy sex
that woman about 
                              to fly


Traductor: Esteban Moore
*Del libro Blues del amasijo.