domingo, 23 de junio de 2019
Taller de Lectura de Poesía, julio 2019
Taller de Lectura de Poesía
Comienzo: 11 de julio 2019, a las 19
domingo, 19 de mayo de 2019
Taller de Lectura de Poesía: Junio 2019
Taller de Lectura de Poesía Junio 2019
Autora elegida: Diana Bellessi
Comienzo: 6 de junio 2019
Duración: dos horas
Frecuencia: una vez por semana
Finalización: jueves 27 de junio
Coordina: María del Carmen Colombo
Interesados: inscribirse enviando un mail a cotocolombo@gmail.com
martes, 16 de abril de 2019
Paulo Ricci: La única verdad es la poesía. Paco Urondo y Javier Heraud
La única verdad es la poesía
Fraternidades políticas y poetización de la muerte.
Javier Heraud y Francisco Urondo.
http://rayandolosconfines.com/critica_ricci.html
Fraternidades políticas y poetización de la muerte.
Javier Heraud y Francisco Urondo.
http://rayandolosconfines.com/critica_ricci.html
sábado, 13 de abril de 2019
Taller intensivo de Poesía
Taller Intensivo de Poesía
Taller Intensivo de Poesía
Comienzo: primer martes mes de mayo
Horario: 17 a 19
Lugar: Caballito
Duración: cuatro meses
Grupos reducidos
Coordina Maria Del Carmen ColomboInformes e inscripciones: cotocolombo@gmail.com
Taller Intensivo de Poesía
Taller Intensivo de Poesía
Taller Intensivo de Poesía
Comienzo: primer martes mes de mayo
Horario: 17 a 19
Lugar: Caballito
Duración: cuatro meses
Grupos reducidos
Coordina Maria Del Carmen ColomboInformes e inscripciones: cotocolombo@gmail.com
martes, 2 de abril de 2019
Marcelo Díaz: Bricolage
Caludio Giménez, sobreviviente del Crucero ARA "General Belgrano". |
“Hoy,
2 de abril, a la memoria de Claudio Giménez, sobreviviente del crucero
ARA "General Belgrano"
Marcelo Díaz
Compañero
de trabajo y temible goleador en la Liga Comercial. ¡Gran recuerdo y poemazo!
El Negro Giménez, ¡Héroe de Malvinas!
Omar Zarza
BRICOLAGE ¿Qué habría observado Ponge
en esa soga blancade nylon trenzado? ¿Cuánto tiempo
le hubiera dedicado WCWa trenzarla en cuatro versos?
¿Qué decir de su mudez
y su distancia inaccesibles?
Una vez, al menos, por semana, Claudio hacía
con la soga blanca un nudo, la cruzabapor sobre un tirante y
se la calzaba al cuello.
Subido a un banco de madera contemplaba el mundoen los pequeños objetos de su galpón:frascos de vidrio con tornillos, una colección
de revistas deportivas de los 70,
sobresitos con semillas de lechugay achicoria, y la luz que se filtraba
por una ventana no muy grande,
no muy limpia, y daba plena
en la hoja de un serrucho. Después
se quitaba la soga,
desataba el nudo,
guardaba el banco bajo una estantería,y regaba los canteros.Un día prueba varios nudos más pequeñosque aprendió a hacer en Malvinas,
y con la soga blanca de nylon trenzadoarma un portamaceta más o menos,
medio choto, pero firme,
que sigue ahí en el patiocon un clavel del aire.
viernes, 29 de marzo de 2019
Taller lectura de Poesía abril 2019
Taller de Lectura de Poesía
Mes de Abril 2019
Autor elegido: Francisco "Paco" Urondo
Frecuencia: cuatro reuniones, una vez por semana, (jueves), dos horas
Comienzo: jueves 11 de abril, a las 19
Finalización: jueves 2 de mayo, a las 19
Lugar: Caballito
Coordina: María del Carmen Colombo
Interesados escribir a cotocolombo@gmail.com
jueves, 7 de febrero de 2019
Taller de Lectura de Poesía
Taller de Lectura de Poesía
Autora elegida: Alfonsina Storni
Fecha de comienzo: jueves 7 de Marzo
Frecuencia: una vez por semana, dos horas
Horario: 19 a 21 Lugar: Caballito
Inscripciones: cotocolombo@gmail.com
Coordina: María del Carmen Colombo
jueves, 24 de enero de 2019
Hilario Ascasubi: La refalosa
"La Refalosa, de Hilario Ascasubi, (...) no solo cuenta la primera fiesta del monstruo, sino que deja leer la construcción de una lengua asesina y brutal, la representación del mal en la lengua. (...) Es el universo patria o muerte, donde se amputan y matan los cuerpos. El texto está escrito desde el exilio."
Josefina Ludmer: El género gauchesco, un tratado sobre la patria. Ed Sudamericana, 1988).
-------------------------------
Amenaza de un mazorquero y degollador de los sitiadores de Montevideo, dirigida al gaucho Jacinto Cielo, gacetero y soldado de la Legión Argentina, defensora de aquella plaza.
Mirá gaucho salvajón,
que no pierdo la esperanza
y no es chanza,
de hacerte probar qué cosa
es Tin tin y Refalosa
ahora te diré cómo es:
escuchá y no te asustés;
que para ustedes es canto
más triste que viernes santo.
Unitario que agarramos
lo estiramos;
o paradito nomás,
lo agarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros,
y ligao
con maniador doblado,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflición.
Luego, después, a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca,
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao
lo tenemos clamoreando;
y como medio chanceando
lo pinchamos,
y lo que grita, cantamos
la refalosa y tin tin,
sin violín.
Pero seguimos el son
de la vaina del latón,
que asentamos
el cuchillo y le tantiamos
con las uñas el cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
Cuando algunos en camisa
se empiezan a revolcar,
y a llorar,
que es lo que más nos divierte;
de igual suerte
que al Presidente le agrada,
y larga la carcajada
de alegría,
al oír la musiquería
y la broma que le damos
al salvaje que amarramos.
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derechas
lo agarra uno de las mechas,
mientras otro
lo sujeta como a potro
de las patas,
que si se mueve es a gatas.
Entretanto
nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por consuelo
a su queja:
abajito de la oreja,
con un puñal bien templao
y afilao,
que se llama el quita penas,
le atravesamos las venas
el pescuezo.
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra revolver los ojos.
¡Ah, hombres flojos!
hemos visto algunos de éstos
que se muerden y hacen gestos,
y visajes
que se pelan los salvajes,
largando tamaña lengua;
Y entre nosotros no es mengua
el besarlo,
para medio contentarlo.
¡Que jarana!
Nos reímos de buena gana
y muy mucho,
al ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos parar
para verlo refalar
¡en la sangre
!hasta que le da un calambre
y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y, lo que espira,
le sacamos
una lonja que apreciamos
el sobarla
y de manea gastarla.
De ahí se le cortan las orejas,
barba, patillas y cejas;
y pelao
lo dejamos arumbao,
para que engorde algún chancho,
o carancho.
Con que ya ves, Salvajón;
nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar:
Josefina Ludmer: El género gauchesco, un tratado sobre la patria. Ed Sudamericana, 1988).
-------------------------------
Amenaza de un mazorquero y degollador de los sitiadores de Montevideo, dirigida al gaucho Jacinto Cielo, gacetero y soldado de la Legión Argentina, defensora de aquella plaza.
Mirá gaucho salvajón,
que no pierdo la esperanza
y no es chanza,
de hacerte probar qué cosa
es Tin tin y Refalosa
ahora te diré cómo es:
escuchá y no te asustés;
que para ustedes es canto
más triste que viernes santo.
Unitario que agarramos
lo estiramos;
o paradito nomás,
lo agarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros,
y ligao
con maniador doblado,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflición.
Luego, después, a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca,
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao
lo tenemos clamoreando;
y como medio chanceando
lo pinchamos,
y lo que grita, cantamos
la refalosa y tin tin,
sin violín.
Pero seguimos el son
de la vaina del latón,
que asentamos
el cuchillo y le tantiamos
con las uñas el cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
Cuando algunos en camisa
se empiezan a revolcar,
y a llorar,
que es lo que más nos divierte;
de igual suerte
que al Presidente le agrada,
y larga la carcajada
de alegría,
al oír la musiquería
y la broma que le damos
al salvaje que amarramos.
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derechas
lo agarra uno de las mechas,
mientras otro
lo sujeta como a potro
de las patas,
que si se mueve es a gatas.
Entretanto
nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por consuelo
a su queja:
abajito de la oreja,
con un puñal bien templao
y afilao,
que se llama el quita penas,
le atravesamos las venas
el pescuezo.
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra revolver los ojos.
¡Ah, hombres flojos!
hemos visto algunos de éstos
que se muerden y hacen gestos,
y visajes
que se pelan los salvajes,
largando tamaña lengua;
Y entre nosotros no es mengua
el besarlo,
para medio contentarlo.
¡Que jarana!
Nos reímos de buena gana
y muy mucho,
al ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos parar
para verlo refalar
¡en la sangre
!hasta que le da un calambre
y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y, lo que espira,
le sacamos
una lonja que apreciamos
el sobarla
y de manea gastarla.
De ahí se le cortan las orejas,
barba, patillas y cejas;
y pelao
lo dejamos arumbao,
para que engorde algún chancho,
o carancho.
Con que ya ves, Salvajón;
nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar:
¡Viva la Federación!
*Paulino Lucero, Buenos Aires, Estrada, 1945. En: El género gauchesco. Un tratado sobre la patria. Josefina Ludmer, Ed. Sudamericana, 1988.
*Paulino Lucero, Buenos Aires, Estrada, 1945. En: El género gauchesco. Un tratado sobre la patria. Josefina Ludmer, Ed. Sudamericana, 1988.
lunes, 21 de enero de 2019
Taller de lectura de poesía
Taller de Lectura de Poesía
Autor seleccionado: Leónidas Lamborghini
Duración: un mes (cuatro reuniones)
Comenzamos el jueves 7 de febrero, a las 19
coordina: María del Carmen Colombo
Interesados: escribir a
cotocolombo@gmail.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)